¿Cómo funcionan las piscinas de agua salada? En Cupoola somos expertos en cubiertas de piscinas, pero también en todo lo relativo a ellas. Por eso, queremos explicarle los beneficios de las piscinas de agua salada a aquellas personas que se interesen por disfrutar de una piscina todo el año. Para ello, creemos que lo primero que deben saber los interesados es cómo logran tener agua salada las piscinas. Así, consideraremos algunas posibles ventajas y algunos inconvenientes de estas piscinas a respecto de las de agua dulce.
¿Cómo funcionan las piscinas de agua salada?
Una piscina de agua salada usa un clorador salino, que convierte la sal en cloro gaseoso. Este proceso se llama electrólisis. Este dispositivo es utilizado para poder desinfectar el agua. Por lo tanto, la piscina es tan higiénica como la de agua dulce con cloro. El hipoclorito sódico cumple la función del cloro convencional porque también es desinfectante. Lo mejor de este sistema es que cuando se descompone, se convierte en sal de nuevo. Esto no deja residuos ni contamina, por lo que se disfruta de una piscina ecológica.
Es posible que los usuarios tengan miedo de tragar el agua de esta piscina salada, por culpa de los niños o de las personas descuidadas. Los interesados deben tener en cuenta que la proporción de sal en el agua de las piscinas nunca es comparable al agua del mar. El índice de sal está muy por debajo y esto hará que no se note el agua tan salada como en el mar, pero sí notablemente si estáis acostumbrados a las piscinas habituales. Además, nunca hay que usar sal marina, sino la sal habitual que utilizáis para cocinar.
Ventajas de una piscina de agua salada
Si gusta la idea del mar, se puede disfrutar de una piscina de agua salada. Es una idea estupenda para una casa de amantes de las aguas oceánicas o marítimas. Sin embargo, hay más beneficios. El primer es que el proceso para desinfectar el agua es totalmente ecológico y limpio de residuos. Esto conlleva una segunda ventaja, puesto que se ahorra mucho dinero en comprar elementos químicos para mantener el agua en buen estado. La sal común es muy asequible.
Estas dos ventajas se convierten en una mayor cuando se combina con la salud de los interesados. Las piscinas comunes necesitan unos cuidados que llevan a personas a manipular elementos químicos. No obstante, esto no ocurre con las piscinas de agua salada. Además, se estará cuidando el medioambiente con una piscina mucho más respetuosa con la naturaleza que las convencionales. Un último beneficio, no menos importante, es la sencillez de su mantenimiento.
Posibles inconvenientes de una piscina salada
Los beneficios de una piscina de agua salada son tantos que, desde nuestra empresa, solo vemos dos posibles inconvenientes. Uno es relativo al tema de la sal. Sí es cierto que algunas personas sufren de irritación en la piel o en los ojos con el agua de mar. Sin embargo, al ser solo una décima parte de la sal habitual la que se añade en el agua de piscina con sal, no es habitual que haga ningún tipo de reacción, incluso en los más pequeños.
Un inconveniente que sí puede llevar a los ilusionados por una piscina de agua de mar a dar pasos atrás es su coste inicial. El clorador salino es un elemento indispensable para poder instalar una piscina de estas características. Su coste es elevado. Sin embargo, desde Cupoola recomendamos echar cuentas para comprobar cuánto ahorraríais a largo plazo eligiendo este tipo de piscinas.
En definitiva, las piscinas de agua salada son más baratas, más duraderas, más saludables y más respetuosas.