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¿Cómo cubrir una piscina en invierno?

26 de febrero de 2024

Cubrir una piscina en invierno es esencial, pues se trata de la temporada en la que menos uso se le va a dar debido al mal tiempo. En este sentido, debemos proteger tanto el agua como la estructura de forma adecuada. ¿Cómo cubrir una piscina en invierno? En el blog de cubiertas para piscinas de Cupoola, te ofrecemos todas las claves. ¡Sigue leyendo!

Consejos para cubrir la piscina

A la hora de cubrir la piscina, se han de seguir una serie de consejos. El primero es limpiarla antes de colocar la cubierta para evitar que el agua se degrade. Es indispensable que se eliminen las hojas, ramas, insectos y otros desechos que pudieran estar presentes. Además, se recomienda aspirar el fondo y cepillar las paredes para que no proliferen algas durante el invierno.

Junto con lo anterior, se deben ajustar los niveles de pH del agua para que su calidad se mantenga durante más tiempo. El hecho de que no la vayamos a utilizar en varios meses no es una excusa para no dejar preparado el líquido interior. Si se diera un desequilibrio, podríamos enfrentarnos a problemas en el verano. Uno de ellos es, por ejemplo, que la acidez sea tal que afecte a los elementos metálicos de la piscina.

Por descontado, hemos de escoger la cubierta adecuada, pues va a tener que soportar los rigores del invierno. Existen diferentes opciones que nos pueden interesar, como las cubiertas sólidas o las de malla. Lo ideal es que soporten la nieve y la lluvia sin romperse o que la dejen pasar. En cualquier caso, es indispensable que eviten que los desechos lleguen al agua.

¿Qué mantenimiento hay que hacer durante el invierno?

Pese a que no se vaya a utilizar, la piscina necesita un mantenimiento durante el invierno. Una de las actividades que no puede faltar, y que podemos hacer de forma regular, es controlar el nivel del agua. Tenemos que asegurarnos de que es el adecuado según las recomendaciones del fabricante. En caso de que falte o sobre, actuaremos en consecuencia.

Además, el control de los químicos es otra tarea de mantenimiento que podemos combinar con la anterior. Hay que revisar el pH para comprobar que está dentro de lo aceptable y añadir ciertos productos químicos para garantizar la calidad del agua. Un buen ejemplo son los alguicidas, que ayudarán a mantener el líquido en el mejor estado posible.

También es recomendable efectuar una limpieza regular, aunque la podemos evitar utilizando una buena cubierta. Ya sea una alta o una baja, consigue mantener fuera cualquier suciedad que pueda caer en el agua. De esta forma, tendremos que hacer un menor esfuerzo, pero sin dejar de prestar la debida atención.

Aunque la cubierta efectúe un buen trabajo, no hay que olvidar revisarla cada cierto tiempo. Su estado tiene que ser el mejor posible, lo que exige un mantenimiento estricto. Revisaremos los diferentes componentes de la estructura en busca de daños y se harán los ajustes necesarios. Por ejemplo, si se trata de una lona, la mantendremos a la tensión justa para que no rompa o deje entrar suciedad.

El sistema de filtración es otro objetivo de las tareas de mantenimiento dada su sensibilidad. En este caso, es importante limpiar cada elemento y guardarlo como exige el fabricante. Además, vaciaremos el agua que pudiera estar dentro para que su congelación no cause daños. Así garantizamos que su vida útil sea lo más larga posible.

Cubrir una piscina en invierno es una acción muy acertada, pero no debemos bajar la guardia. Es necesario efectuar algunas tareas de mantenimiento para asegurarnos de que todo está bien. De este modo, cuando llegue el verano, no tendremos que realizar ninguna reparación o cambiar piezas.

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