Cuando se dispone de una piscina en el hogar hay una duda que siempre surge es: ¿césped artificial o natural para tu piscina? Es complicado elegir lo que más le conviene a cada uno porque hay que combinar el estilo que se tenga con lo que sea más cómodo o práctico.

Establecer qué alternativa elegir se vuelve una decisión difícil, principalmente porque el césped natural que puede ser más agradable en la colocación, requiere bastante mantenimiento.

Ventajas y desventajas del césped natural y el césped artificial

Analizar cuáles son las ventajas y desventajas de cada tipo de césped es una manera adecuada para ayudar a decidirse por la compra de uno u otro y descubrir cuál es el que más conviene.

El césped natural

Inicialmente, se desembolsa menos dinero para su instalación, pero su mantenimiento sí va a requerir un mayor coste y frecuencia. Este tipo de césped natural absorbe bien el ruido y la polución y al mismo tiempo aporta frescor al ambiente.

Con respecto a este césped, hay que tener en cuenta que requiere de un riego frecuente para mantenerlo en óptimas condiciones, con lo cual se va a necesitar algún sistema de riego. Estos pueden ser por manguera o instalando riego automático, lo que va a suponer un gasto habitual.

Por otra parte, se precisará de una persona que esté más pendiente de ese mantenimiento tan necesario. Algunas tareas de cuidado son cortar de forma frecuente, agregar productos de fertilización para que esté sano y fértil…

El césped artificial

Por otro lado, el césped artificial va a necesitar menos mantenimiento. Por lo tanto, aunque inicialmente exigirá un mayor coste, posteriormente mantenerlo será más barato. Adicionalmente, su duración en condiciones óptimas es mucho mayor. Lo malo es que si se deteriora se debe cambiar. Tampoco renueva el aire o el oxígeno ni genera frescor. Esto es importante porque, si se busca tener un ambiente renovado y que ayude a refrescar el jardín, igual no es la mejor alternativa.

Otra ventaja en este caso es que se ahorrará agua pues no necesita riego. Por otra parte, se va a mantener verde en todas las temporadas del año, por lo que estéticamente es mucho más agradable. Tampoco se acumulará el agua porque el césped artificial dispone de un sistema de drenaje muy útil.

En el momento de la compra del césped artificial se deben tener en cuenta las fibras y el material, pues deben estar homologados y permitidos por la normativa europea.

Este tipo de césped tampoco atraerá a insectos con lo que, si se busca evitar esto, igualmente es la mejor opción.

El césped artificial solo requerirá de un mantenimiento básico para que esté en las mejores condiciones. Algunos cuidados en este caso son cepillar de vez en cuando, una limpieza una vez al mes o pasar el aspirador, y también agregar productos de desinfección para evitar la propagación de bacterias.

Contacta con profesionales

Para elegir uno u otro se debe tener en cuenta cuanto se va a utilizar. Seguramente, si se utiliza mucho la mejor alternativa será el césped natural porque suele ser más duradero y se suele renovar. Paralelamente, hay que analizar si se dispone del tiempo o dinero para realizar ese mantenimiento el césped natural. Sin embargo, si no se puede realizar esta tarea de conservación, puede que el césped artificial sea la mejor alternativa. Otra clave es saber dónde se va a colocar, si hace mucho calor o no, si se necesita que renueve el aire o no, o si la piscina dispone de una cubierta para piscina.

Teniendo en cuenta esto, seguramente a la pregunta de ¿Césped artificial o natural para una piscina?, se obtendrá la mejor respuesta.

Aunque se puede aprovechar la piscina durante todo el año, es en invierno cuando menos se disfruta. Muchas personas se preocupan al máximo por intentar mantener la zona de baño en buen estado, incluso cuando llegan las bajas temperaturas. Sin embargo, existen errores en el invernaje de piscinas que no debes cometer. ¿Cuáles son?

Errores que se deben evitar al invernar la piscina

Para garantizar un buen uso futuro y, por supuesto, un buen mantenimiento, el invernaje de la piscina debe realizarse con sumo cuidado. Evitar errores ayudará a aligerar la factura y esfuerzo antes del verano, cuando las familias o empresas ponen a punto tanto el agua como todos los elementos de la piscina. Para que todo salga bien, se deben evitar estos fallos que se cometen y que se muestran a continuación.

1. Vaciar el agua de la piscina

Primer gran error. Se llega a pensar que lo mejor es retirar todo el agua, pero esto no es así. Si se hace, la aparición de grietas estará a la vuelta de la esquina. ¿El motivo? El drenaje, el cual estará deformando la estructura. Al quitar las toneladas de agua, el suelo hará presión.

No obstante, no todo vale: no hay que dejar el agua sucia. Lo más probable es que aparezcan algas, por lo que se tendrá que hacer una limpieza a fondo durante la primavera. Es más, se tendrán que revisar diferentes elementos clave antes del invierno: fondo, paredes, filtros, bombas… Si ya están sucios al final del verano, más en invierno.

2. No añadir productos para esta temporada

Gracias a estos productos se evitará la acumulación de todo tipo de suciedad. Desde las temidas bacterias hasta las algas, visiblemente feas y molestas para todos. Por si fuera poco, pueden aparecer depósitos de cal en los márgenes de la piscina. Por ello, los mejores aliados serán los productos de limpieza, que también son vitales para estabilizar el agua de la zona de baño. De no usarlos, la piscina se expone a estos problemas. Y ninguna persona quiere que en primavera la puesta a punto sea una odisea.

Por último, cabe destacar que el producto se debe usar justo después de la limpieza o repaso periódico invernal, cuando también se revisan los filtros o el ph.

3. Tener a mano los productos anticongelantes, la mejor opción

Si se vive en una zona donde se suelen producir precipitaciones de nieve o heladas, la protección de la piscina debe sumar mayor importancia. Por ello, es necesario la adquisición de tapones, flotadores o productos anticongelantes para evitar que el agua llegue a congelarse, algo que podría provocar grietas y, lo peor de todo, que el sistema de la piscina se averíe.

4. Empezar el invernaje muy pronto

No hay que descuidar el invernaje, pero tampoco comenzar con él pronto. Para conocer cuándo se debe comenzar, se tiene que controlar la temperatura del agua, la cual debe estar entre los 12 y 15 ºC durante unos días. Posteriormente, se comenzará con los cuidados.

5. Opta por una buena cubierta de piscina

Este cobertor es ideal para el verano, pero no para las estaciones más frías. Esta cubierta no aguantará las temperaturas frías, deformándose. Será, a medio plazo, como si no se tuviera protección. Como es lógico, existen diferentes cubiertas de piscinas que se pueden adaptar a la perfección a la zona de baño y al clima frío, como las que disponemos en Cupoola. Cubiertas altas, bajas, planas, de diferentes tamaños y modelos que se adaptan a tu piscina y a su entorno.

Estos son los errores en el invernaje de piscina que no debes cometer ni por asomo. ¡Apúntalos todos!

Cualquier momento del día es bueno para darse un buen chapuzón. Para que podamos entrar en el agua cómodamente, la piscina debe ser accesible para toda la familia. ¿Cómo? Existen diferentes soluciones para tener una piscina más accesible. En esta entrada se detallan algunas opciones para cumplir el objetivo.

Cómo podemos mejorar la accesibilidad de la piscina

Tanto si tenemos una piscina ya, como si esta se va a construir o reformar, debemos tener en cuenta los siguientes elementos, además de las cubiertas de piscinaspara que toda la familia y nuestros amigos puedan meterse al agua y disfrutar de la zona de baño.

1. Rampas

Con una pendiente que no debe superar el 8 %, son las más recomendadas por los especialistas. Con ellas podemos hacer una entrada y salida a ras de suelo, al nivel del pavimento, sin que cuente con grandes escalones (así evitaremos las caídas o resbalones). Para que la movilidad sea perfecta, añadiremos dos pasamos a dos alturas en los dos lados. Estos no deberían continuar por debajo del agua, puesto que sería peligroso para los bañistas.

El final de la rampa debe tener una zona de metro y medio de largo. En esta zona se puede girar y maniobrar, eso sí, con una profundidad que no debe superar los 75 centímetros. Las profundidades deben estar en todo momento indicadas a la perfección y ser visibles desde fuera.

2. Grúas, sillas o elevadoras

Si en la familia hay un miembro que tiene movilidad reducida, estas tres opciones serán las mejores. La mayoría de personas valoran enormemente, sobre todo en las piscinas públicas, que existan estas sillas o grúas que logran que las personas mayores o con problemas importantes de movimientos disfruten de un rato agradable. Sin grandes esfuerzos, lograremos el objetivo de estar todos en el agua.

Estos elementos deben instalarse en una zona donde la profundidad sea de, alrededor, 1,2 metros. Además, a gusto o necesidades de las familias, deberán pensarse tanto la ubicación, como los controles o mecanismos de operación.

3. Escaleras

La escalera es un elemento que debe tener toda piscina. Al menos, estas deben tener una anchura de 1,2 metros. Asimismo, es recomendable que cuenten con huellas antideslizamiento y bandas de colores llamativos para que la escalera sea visible. Por otro lado, atención a los pasamanos, que también deben ser de un color contrastado y rugosos para lograr que la mano no pueda resbalar. Bajo ningún concepto se deben instalar escaleras de patas que no estén bien ancladas en la pared de la piscina: periódicamente, tendremos que revisar este hecho para evitar hundimientos o caídas cuando se hace fuerza, especialmente al salir del agua.

4. Muros y gradas de transferencia

Es un sistema poco conocido, pero no por ello menos importante y útil. Funciona con un muro, el cual está situado a la altura de la silla de ruedas, a unos 40 o 50 centímetros de altura. El usuario de la piscina deja la silla de ruedas de forma paralela y, posteriormente, pasa al muro, en el cual se apoya gracias a unas barras que están ancladas y que están perpendiculares a la zona de baño. En el caso de las gradas, podemos definirlas como un conjunto de escalones, junto con una plataforma, donde el usuario es capaz, rápidamente, de pasar de una silla de ruedas a la plataforma para, luego, meterse en el agua.

Como hemos comprobado, hacer que la zona de baño pueda ser disfrutada por todos no es complicado. Solo hace falta ponerse manos a la obra y apostar por estas soluciones para tener una piscina más accesible para que, así, no existan problemas de movilidad (caídas, resbalones, etc).

La piscina es un lugar perfecto para estar en compañía de familia y amigos. Las posibilidades de disfrutarla durante todo el año aumentan con la instalación de cubiertas, las cuales ayudan a mantener el clima y proveer seguridad. En cuanto a los suelos para piscinas, son un elemento clave para que este lugar tenga armonía, resistencia y seguridad tanto para adultos como para niños.

En este artículo se hablará sobre los diferentes tipos de suelos que hay en el mercado. No hay que olvidar que el suelo que hay alrededor de la piscina sirve como base estética sobre la que fluye la decoración general del espacio.

Ventajas que da un suelo de piscinas

La principal ventaja de instalar un suelo de piscina es la seguridad que provee. Para lograr este objetivo es importante que el suelo sea antideslizante. Este tipo tiene características únicas, como la textura porosa e irregular, que proporcionan mejor adherencia mientras se camina, especialmente cuando hay mucha humedad.

Uno de los materiales que más se utiliza es la madera natural que, además de tener mucha adherencia y resistencia, también aporta un alto grado estético.

Tipos de suelos

Algunos más buscados que otros, pero con resultados muy interesantes para la piscina y sus alrededores.

  • Terracota o barrio cocido. Siempre vigente a pesar del tiempo, es una opción muy resistente para cualquier tipo de clima. Duradero, con poca necesidad de mantenimiento constante, antideslizante y estético. En este sentido, se trata de un estilo rústico, cálido y versátil, ya que dispone de muchas presentaciones de tonos y formas.
  • Madera sintética. Con un acabo muy parecido a la madera natural, pero con gran resistencia a las inclemencias del tiempo y al trasiego. Requiere muy poco mantenimiento. Sin embargo, se debe pulir con cierta frecuencia para evitar problemas en el futuro. El efecto óptico es muy atractivo, aunque no parezca madera natural.
  • Gres porcelánico. La durabilidad y resistencia de este material son indudables. Hay mucha variedad de acabados y, por supuesto, colores. El único problema estriba en las versiones más brillantes o pulidas de este, ya que no tienen un alto nivel de absorción de agua y, por tanto, pueden resbalar más.
  • Hormigón. Si hay un material durable, este es el hormigón. La versatilidad en cuanto acabados también es muy apreciada, ya que puede tener acabado liso o texturizado para imitar algunos materiales. Además, es perfecto para combinarse con otros como el barro cocido o la piedra natural.
  • Piedra natural. Y hablando de piedra natural, es duradera, económica y puede presentarse de diferentes maneras: irregular, encalada o rectangular. El mantenimiento requerido es mínimo.

Cubiertas de piscinas

Las cubiertas de piscinas son el complemento perfecto de los suelos. En Cupoola hay diferentes tipos para cualquier piscina. La facilidad de instalación y modelo permite su combinación con diferentes suelos para proteger en conjunto a los habitantes de la casa.

  • Cubierta alta. Se trata de una estructura que recubre la piscina y permite que se disfrute la piscina durante el invierno. Dentro de esta misma cubierta estaría el suelo antideslizante para evitar que nos resbalemos.
  • Cubierta baja. También cubre el suelo alrededor de la piscina, pero es mucho más baja (también hay de mediana altura). Permite mantener la temperatura de la piscina y resguardarla de las inclemencias del tiempo.
  • Techos telescópicos. La cubierta se instala aprovechando tejados, columnas y otros materiales de manera que toda la piscina, incluido el suelo, queda resguardada.

La seguridad es esencial. Por eso, los suelos de piscinas, en combinación con las cubiertas, logran esto durante en cualquier época del año para el disfrute de toda la familia. Elegir el suelo correcto es la clave.

Ahora que el invierno está a la vuelta de la esquina, es momento para disfrutar también la piscina en casa, tanto si está ya construida como si la idea pulula desde hace tiempo. Ha llegado la hora de invertir en una. En este contenido de arquitectura y decoración y piscinas diferentes se dan las pautas para construir una piscina en cualquier parte del año y poder aprovecharla en las épocas más frías.

Pasos para construir una piscina

Construir una piscina es un proceso muy interesante, cuyo objetivo valdrá mucho la pena, especialmente si hay niños en el hogar. Debe proveer buenos momentos, diversión, bienestar y, por supuesto, estética para el jardín donde se encuentre.

El primer paso para construir una piscina es definir el diseño. Hay gran variedad de modelos y formas de construir una. Se puede optar por un modelo único y diferente o escoger uno más común. Hay cuatro posibles tipos de piscinas:

  • Elevadas: instalación rápida, con poca obra y erigida de manera económica. El mantenimiento también es fácil y barato. Dentro de esta categoría existen distintos materiales, como madera, chapa, acero o, incluso, hinchables. Una de las ventajas principales es que se desmontan fácilmente. Construir una piscina de este tipo trae múltiples beneficios.
  • De liner: perfectas para áticos y azoteas, aunque también puede construirse en jardines o terrazas debido a su ligereza. Son muy resistentes y durables. Además, el material principal tiene una gran impermeabilidad.
  • De fibra de vidrio: de fácil instalación aunque con algunos inconvenientes. El diseño no es la mejor ventaja de este tipo de piscinas, ya que tiene modelos predefinidos. Suelen desgastarse mucho con el tiempo, pero es importante un buen mantenimiento en tiempo y forma para tratar de alargar su vida útil.
  • De Gunite: la de mayor precio, pero con un diseño más personalizado. Además, es muy resistente y duradera, perfecta para familias grandes que tienen ciertas necesidades para cada uno de los integrantes. El material es hormigón Gunite.

Si el diseño es importante, la elección del constructor es clave. Una empresa especializada en la elaboración de piscinas ofrecerá la garantía que el contratante necesita para que todo salga bien. La experiencia es muy importante para obtener un resultado óptimo. Un especialista podrá aconsejarse sobre el diseño, los materiales y las características más adecuadas a tus necesidades.

También, debemos tener en cuenta los permisos correspondientes. Los trámites para construir una piscina no son complicados. Varían de acuerdo al ayuntamiento o comunidad autónoma en la que se resida, autoridades que nos facilitarán una licencia de obras.

La elección de materiales de construcción y revestimientos, entre otros, es importante, aunque esa tarea puede ser realizada en conjunto con el constructor.

Cubiertas de piscina

Una de las claves para disfrutar la piscina en invierno es instalar cubiertas de piscinas. En Cupoola disponemos de diferentes cubiertas de piscinas, que se adaptan perfectamente las necesidades, diseño y materiales de cada una. Algunas de las más instaladas son:

  • Cubiertas altas. De diseño funcional y alta seguridad, son perfectas para disfrutar la piscina en cualquier época del año gracias al cierre hermético y el mantenimiento de la temperatura en su interior.
  • Cubiertas bajas. Resistentes, de fácil apertura y escaso impacto visual, son ideales para proteger la piscina de la suciedad y las altas temperaturas.
  • Cubiertas planas. De diseño elegante, permitirán caminar por encima de la piscina y utilizar el área como suplemento del jardín.

Para lograr una arquitectura, decoración y piscinas diferentes es esencial contar con cubiertas, materiales y diseños que permitan disfrutar durante más meses del año sin preocuparnos por el frío. Confiar en los expertos en cada paso será fundamental para cumplir con este objetivo.

Las cubiertas para piscinas tienen que escogerse con conocimiento de las necesidades que se tienen. Pero es difícil saber qué tipo de cubierta para piscina elegir si no se ha tenido una anteriormente. Por eso, en este artículo repasaremos las ventajas y desventajas de los diferentes estilos disponibles en el mercado. Para ello, tendremos en cuenta los sistemas más novedosos que hay a la venta en la actualidad.

Cubiertas para piscinas: características principales

Una cubierta para piscina puede encajar de diferentes formas con una instalación. En Cupoola disponemos de las más avanzadas, ya que integran servicios ampliados. Por eso, nuestros productos son capaces de adaptarse a diferentes necesidades de dimensiones, estilos, etc.

Las principales cúpulas o cubiertas para piscinas con las que trabajamos responden a las siguientes características:

  1. Posibilidad de obtener una cubierta alta para ampliar el espacio y disfrutar de la piscina todo el año.
  2. Instalación de cubiertas bajas para ahorrar en mantenimiento y conservar más la temperatura.
  3. Cubiertas de grandes dimensiones para piscinas públicas o privadas.
  4. Cubiertas planas con motor para taparla todo el año.
  5. Techos telescópicos.

Ventajas y desventajas de las alturas de las cubiertas en piscinas

A la hora de escoger una cubierta para nuestra piscina, hay que tener en cuenta la altura. En una instalación de tamaño mediano, esta puede determinar en gran medida la comodidad de los usuarios dentro de la piscina. La sensación de amplitud de las cubiertas altas es única y, de hecho, son perfectas para utilizar en la temporada invernal, además de evitar el incómodo efecto invernadero.

Por otra parte, este tipo de cubierta no produce claustrofobia y permite jugar a deportes de piscina sin problemas. Es perfecta para lugares geográficos con calor intenso durante una buena parte del año. Además, permiten albergar a muchas personas dentro y caminar sin agacharse a lo largo de toda la zona cubierta de la piscina.

Sin embargo, una cubierta baja es mucho más eficiente energéticamente porque la temperatura deseada se alcanza en menos tiempo. Esto permite que su uso durante los meses de invierno se realice sin problemas. Además, el coste de mantenimiento también es mucho menor. Por último, también cuenta con menor impacto visual en el jardín porque apenas ocupa espacio en altura, no se ve desde fuera y ofrece el servicio al 100 % igualmente. Es una opción menos estética para algunas personas, pero más eco.

A pesar de todo, los materiales son cada vez mejores. Si no se quiere ventilar el espacio, será difícil no notar aire demasiado caliente y cargado en los días de verano con calor intenso, pero con un cuidado mínimo, el bienestar está asegurado. Por eso están pensadas más para ubicaciones con temperaturas moderadas, pero cada vez vemos más en cualquier zona geográfica. Con una buena aireación del lugar y un mantenimiento exhaustivo, pueden ser perfectas también en espacios con alta temperatura en días señalados.

En definitiva, es importante encontrar cubiertas para piscinas que cubran las necesidades. Desde el equipo de Cupoola podemos ayudar a encontrar el producto idóneo para cada cliente. Hay que fijarse en el diseño de la cubierta, pero también en sus propiedades, las garantías de seguridad y las condiciones climáticas obtenidas tras la instalación. Por eso, en nuestra empresa solo trabajamos con instalaciones de las mejores calidades.

Un cuidado específico evita la aparición de moho en tu piscina climatizada. Podemos conseguir esto gracias a las cubiertas de piscinas. Estas reducen mucho el gasto en tiempo y dinero del mantenimiento de una piscina. Además, nos permiten utilizar la instalación todo el año, a una temperatura adecuada y con total seguridad. Al estar cerradas o tapadas, evitan sustos. Como que nuestra mascota o los más pequeños de la casa se caigan sin que nadie ni nada pueda impedir que se ahoguen.

¿Cómo se evita la aparición de moho en tu piscina climatizada?

Las piscinas climatizadas tendrían que estar siempre cubiertas por cuestiones medioambientales. No se trata de una instalación para disfrutar de un baño refrescante, sino para tener siempre el agua a la misma temperatura. Esto favorece que cualquier persona y de cualquier edad pueda disfrutar de los baños. Por ejemplo, niños pequeños o ancianos con problemas articulares. Para conseguir todo esto, es necesario que tengamos sistematizado el ritual de limpieza, desinfección y cuidados de nuestra piscina. ¡Así estará perfecta!

1. Realizaciones de tests de químicos

La calidad del agua tiene que estar siempre en perfectas condiciones. No solo se trata del nivel del cloro, sino de todos los niveles que haya. Para ello, tan solo tenemos que seguir unas indicaciones concretas. Por ejemplo, se necesita más cloro en verano que en invierno. De forma concreta y cada cierto tiempo, se precisan tratamientos de choque con oxígeno. Para que el agua luzca preciosa y clara, necesitaremos llevar a cabo acciones floculantes. También utilizaremos limpiafondos y otros químicos puntuales posibles.

2. Mantenimientos de las cubiertas de piscina de acuerdo a nuestros usos

Nuestra piscina climatizada puede ubicarse fuera o dentro de un lugar cubierto. Por ejemplo, en el piso inferior de nuestra casa o chalé, pero también en el jardín. La localización dependerá completamente de las necesidades de cuidados y mantenimientos que tengamos para que la piscina esté en perfectas condiciones. Si la tenemos fuera, es mejor cubrirla con una cubierta para piscinas que se adapte perfectamente a sus dimensiones.  Puede ser alta, baja o plana.

Podemos escoger estos diferentes mantenimientos teniendo en cuenta cómo usamos nuestra piscina. También estos usos van a determinar la frecuencia con la que tenemos que reparar o intercambiar piezas, como filtros o sistemas que ayudan a controlar la temperatura y la calidad del agua. Para todo ello, debemos pensar:

  • Si la usamos todos o casi todos los días del año.
  • Si está localizada en una zona con posibilidad de heladas.
  • Si tenemos niños pequeños o animales que puedan ahogarse si no está protegida.

Si nos gusta bañarnos todo el año, la piscina climatizada cubierta es la mejor opción. Podremos tenerla siempre llena, cuidar el agua en forma de mantenimiento (nos permite ahorra tiempo y costes) y cerciorarnos de que es un espacio seguro. Si vivimos en zonas frías, necesitaremos cubrir el agua para evitar que se congele en los días de menos grados para evitar vaciar la piscina, que es la otra opción de la que disponemos si hay heladas. Por último, será imprescindible usar cubiertas de piscina para evitar accidentes.

En definitiva, es sencillo saber lo que nos evita la aparición de moho en tu piscina climatizada. Los cuidados concretos de cada instalación y la constancia son las claves para disfrutar de una piscina cubierta de calidad, con el agua siempre perfecta y con las condiciones de salubridad necesarias para toda la familia. No debemos dudar en pedir consejos a profesionales, que se pueden encargar de ayudarnos a tomar decisiones para el mantenimiento de nuestra piscina.

Los elementos de seguridad de una piscina son fundamentales para poder bañarnos sabiendo que todo está bajo control. En este sentido, resaltamos nuestras cubiertas para piscinas, las cuales permiten que podamos darnos un baño durante todo el año y, además, son una garantía de seguridad para las mascotas en caso de tener en la vivienda.

¿Cuáles son elementos de seguridad de una piscina?

Contar con una piscina es disponer de un espacio que nos permite pasar el verano sin pasar tanto calor, aunque también la podemos usar durante el resto del año siempre y cuando sea climatizada. Eso sí, debemos tener en cuenta que disponer de una piscina implica que, para poder bañarnos, hay que tenerla preparada y cuidada y, sobre todo, con elementos de seguridad que permitan que el baño no suponga ningún riesgo.

En este sentido, destacamos algunos elementos que deberían tener todas las piscinas con el objetivo de disfrutar, más si cabe, de un buen baño. Hablamos de objetos como tales, pero sin olvidar que estas necesitan unos cuidados para que el agua sea adecuada para el baño:

  • Cubierta de piscina. Tener una cubierta rígida permite que ahorremos en agua y mantenimiento, además de ser un perfecto elemento de seguridad ante caídas de personas o animales domésticos.
  • Escaleras. Los accesos a la piscina deben estar perfectamente señalizados y, concretamente, estas escaleras deben ser evaluadas cada año para certificar que siguen siendo aptas para que las personas puedan subir y bajar por ellas. Para garantizar esta seguridad, hay que comprobar que la superficie es antideslizante para evitar resbalones y caídas.
  • Vallas perimetrales. Estas vallas son recomendables sobre todo cuando hay niños o mascotas, ya que su altura impide que los más pequeños puedan sufrir accidentes cayendo a la piscina. Su altura debe ser de 1,10 metros y deben tener un seguro en la puerta para evitar que pueda ser abierta por parte de los más pequeños.
  • Alarmas. Contar con alarmas nos permite saber que, en caso de caída, hay que actuar con rapidez. En este sentido, la alarma se encarga de avisar una vez que las personas pasen una determinada línea de seguridad.
  • Flotadores homologados. Estos flotadores también se recomiendan para que, en caso de ahogamiento, se puedan lanzar y así la persona se enganche a ellos hasta que otra persona o el propio socorrista en caso de piscinas comunitarias pueda sumergirse y sacar al bañista con dificultades.

Otros métodos de seguridad

Estos elementos no deben faltar en una piscina, pero también debemos tener en cuenta otra serie de labores importantes para garantizar que el baño sea seguro. No hablamos de productos como tales, sino de servicios como los de mantenimiento de la piscina. En este sentido, es preciso comprobar el estado del agua, al menos, dos veces al año y tener la certeza de que la depuradora sigue funcionando a la perfección.

Otro aspecto que destacamos es la presencia de un socorrista, aunque esto queda orientado a las piscinas comunitarias que pasan de una cantidad de metros cúbicos en la piscina y, por supuesto, en los espacios públicos y municipales. Todo ello servirá para que el baño sea tranquilo y seguro, sobre todo cuando hay niños pequeños o mascotas en el entorno de la piscina.

En resumen, todos estos elementos de seguridad de una piscina deben estar homologados para que la seguridad sea máxima. Y ante la duda, lo que nunca debe faltar es una buena cubierta de piscina.

El verano pronto llegará a su fin, pero eso no significa que se acerque el momento de cerrar la piscina para el resto del año. La gente a la que le interese la arquitectura jardín y cubiertas de piscinas o que tengan una piscina que quiera cubrir, debe conocer las ventajas de las piscinas cubiertas respecto a una sin protección.

Ventajas de las piscinas cubiertas en el jardín

Las piscinas cubiertas son mucho más fáciles de acceder que las piscinas al aire libre, especialmente en áreas residenciales. El hecho de que, con una piscina cubierta, los propietarios puedan simplemente levantarse de la cama e ir directamente a nadar es extremadamente atractivo, y erradica la necesidad de transportar constantemente toallas y otros artículos de natación dentro y fuera de la propiedad.

Además, el mayor beneficio de una piscina cubierta es sin duda que se puede aprovechar al máximo y nadar incluso si hay un aguacero afuera. Además, con las piscinas al aire libre, el propietario a menudo solo podrá usarlo durante los meses de más calor para estar fuera.

Ahorro de dinero y tiempo

Una piscina cubierta reduce significativamente la evaporación y retiene el calor de la piscina, reduciendo así los gastos y alargando la temporada de baño a todo el año. Una cubierta de una buena calidad reduce en al menos un 95 % la evaporación del agua.

Además, requiere menos productos químicos (ya que estos no se evaporan) y el agua se mantiene químicamente equilibrada durante períodos de tiempo más prolongados.

También hay que tener en cuenta la limpieza de la piscina, tarea que suele llevar bastante tiempo a diario. El agua no está expuesta al polvo y los restos arrastrados por el viento del exterior. Los propietarios de piscinas cubiertas no tienen que limpiarla con tanta frecuencia, lo que significa más tiempo en el agua y menos tiempo preocupándose por las molestas hojas.

Una piscina cubierta significa una piscina más limpia. La suciedad, las hojas y otros escombros permanecen afuera cuando la cubierta de la piscina está puesta.

Seguridad

Además de estas ventajas, las cubiertas para piscinas ofrecen beneficios adicionales y únicos que deben tenerse en cuenta. Decidir qué cubierta de piscina es mejor para una piscina dependerá de cada situación particular.

Las cubiertas solares para piscinas están diseñadas para atraer el calor del sol a la piscina, manteniendo el agua cómodamente caliente durante períodos de tiempo más largos. Este tipo de cubierta de piscina es perfecta para piscinas que no son frecuentadas por niños pequeños y mascotas.

Las cubiertas de seguridad, por otro lado, son ideales para piscinas familiares donde los niños y las mascotas podrían deambular demasiado cerca del agua. Muchos niños mueren cada año por ahogamiento accidental en las piscinas. Por eso, lo más seguro es tener una instalación que permita tener la tranquilidad de que nada malo pueda pasar. Las vallas protectoras se instalan fácilmente adaptándose al perímetro deseado alrededor de la piscina. También una buena iluminación, o incluso la instalación de alarmas que suena en caso de detectar movimiento, son perfectas para asegurarse de que los más vulnerables no sufran ningún daño. Las cubiertas de Cupoola están especializadas en seguir todas las normas de seguridad para las familias con niños.

Para conseguir todas estas ventajas, en Cupoola nos ocupamos de la fabricación, diseño e instalación de cubiertas de piscinas de todo tipo, para que puedas disfrutar del baño durante todo el año. Invertir en una piscina con una buena cubierta, es una forma de ahorrar a largo plazo y de disfrutar de ella durante todo el año sin preocupaciones.

Es una de las preguntas más repetidas: perros en la piscina ¿sí o no? La respuesta es clara: sí, pero siguiendo algunas precauciones. El mejor amigo de la familia también tiene derecho a disfrutar de baños refrescantes, a hacer deporte y a disfrutar de nosotros mientras chapoteamos en el agua. Por ello, además de la instalación de una cubierta de piscina, hay que seguir una serie de consejos que se muestran a continuación.

Consejos hay que tener en cuenta si se quiere que el perro se bañe en la piscina

Son muchos los clientes que trasladan dudas sobre el baño de perros en las piscinas. Para aclarar todo tipo de dudas, evitar problemas y disfrutar del agua en familia, en esta entrada, se va a explicar qué consejos o recomendaciones se tienen que considerar si se quiere que el can esté en el agua.

1. El perro, siempre en compañía de un adulto

El can debe estar siempre en compañía de un adulto. Pasado un tiempo en el agua, es probable que el cansancio vaya haciendo mella y que quiera salir. Al no poder salir con facilidad, el animal puede no transmitir el deseo de que no quiere seguir bañándose. Puede hundirse y ahogarse si no se le controla su comportamiento.

2. Escaleras para facilitar su entrada y salida

Lo ideal es que la zona de baño cuente con una escalera o rampa que facilite la entrada y salida del perro. Así, no tendrán que estar metiéndole y sacándole del agua y, cuando se canse, podrá salir sin problema de la piscina.

3. Cuidado con el agua: controlar que no se la beba

Como ocurre con las personas, el tragar agua de la piscina puede conllevar problemas de ahogamiento y de intoxicación por el cloro. En todo momento se debe controlar que el perro no consuma agua y, si lo hace, advertirle de que eso no está bien.

4. Si el perro no quiere meterse al agua, nada de forzar

En ningún momento debe obligarse al perro a nadar. Si tiene miedo al agua, hay que respetarle. Tampoco hay que optar por enseñarle a nadar a la fuerza: lejos de un momento de tranquilidad y diversión, lo único que se consigue es traumatizar al can.

5. Limpieza más exhaustiva

Si se quiere al perro dentro del agua, hay que controlar tanto el estado del pelo y de sus orejas. Ahí se puede observar si en ambas zonas cuenta con parásitos, los cuales deben estar fuera del agua. De igual forma, hay que secar las orejas tras cada baño para evitar infecciones. Lo más recomendado es que, al iniciar o terminar el baño, el can se duche con gel champú para evitar males mayores.

Asimismo, se tiene que controlar el estado del agua con mayor frecuencia. En vez de realizar un testeo cada semana, lo recomendable es realizarlo cada tres o cuatro días para comprobar que el nivel de pH es el ideal.

6. Cubiertas de piscinas para estar seguros

Si el perro es un gran amante de la piscina, querrá bañarse a todas horas y todos los días del año. Por ello, lo ideal es contar con una cubierta de piscina que pueda tapar la zona de baño cuando no se esté en el agua. Se evitan las tentaciones del perro, el cual querrá disfrutar incluso cuando no se esté en el interior de la vivienda y él en el jardín.

Los perros en la piscina, sí, pero siguiendo unas pautas y consejos para garantizar la salud del can. Desde Cupoola contamos con cubiertas de piscinas que, además de hacer que disfrutemos de la piscina durante todo el año, nos ayudarán a ganar en seguridad si contamos con perros. Llámanos para conocer más información.