¿Cómo influye la elección de la cubierta de piscina en la conservación del agua?. Esta es una pregunta de una gran relevancia, ya que en función de la cubierta se conseguirán unos resultados u otros. Además, el tratamiento que habrá que dar al líquido cambiará de manera radical.
¿Influye la cubierta de piscina en la conservación del agua?
En función de la cubierta que se utilice, la influencia sobre el agua variará. El tipo tiene un impacto directo, en especial en aquellas que utilizan para el mantenimiento invernal. Sin embargo, el resto, como las solares o las automáticas,, no afectan tanto. Para evitar problemas, conviene comprender las razones de que estos hechos sucedan.
Cubiertas utilizadas en temporada de baño
Durante los meses de verano se pueden utilizan diferentes cubiertas, tanto para proteger la piscina como el agua que contiene. Las solares tienen como principal propósito es el de aislar el interior para evitar la pérdida excesiva de calor, cosa que sucede en los días fríos y en las noches. Así, se limita que el agua se evapore, algo que supondría un aumento del gasto al tener que reponerla.
Otro tipo de cubierta piscina utiliza es la automática, cuya finalidad es garantizar la seguridad. Impiden la entrada al interior de la piscina de todo agente externo, desde una mascota a cualquier desecho que pudiera aterrizar en el agua. También se emplean durante el invierno por la misma razón.
Por último, las cubiertas de seguridad cumplen con la función que indica su nombre. Se colocan antes de la llegada de la temporada invernal y se anclan a los bordes de la piscina. El objetivo es el de aislar por completo el interior, al mismo tiempo que ofrecen una superficie sólida. Existen modelos que son capaces de soportar el peso de un automóvil sin que el agua se salga.
Cubiertas utilizadas en el invierno
Antes de instalar las cubiertas al llegar el invierno, se debe preparar el agua para que aguante hasta el verano. En función de la que se use, el tratamiento variará. Para empezar, en las de malla hay que tener en cuenta varios aspectos. Su material deja paso libre al agua de lluvia y de la nieve, así como al dióxido de carbono.
Con el fin de mantener un buen equilibrio, se prestará atención a la dilución y al aumento del pH. En cuanto al primero, la lluvia contribuye a diluir la química de la piscina, en especial elementos como el calcio. Sus niveles irán bajando hasta equilibrarse. A la hora de controlar el segundo factor, basta con dejar actuar a la naturaleza. El pH alcanzará de manera natural su techo de 8,2, lo que evitará la proliferación de microorganismos y algas.
Si se van a instalar cubiertas sólidas, el tratamiento es distinto. Evitan que la lluvia diluyan la química y que el dióxido de caro so escape, cosa que impide que el pH alcance su máximo. Así que, es preciso desarrollar una buena estrategia para que el agua soporte los días más fríos del invierno. En caso de haber grandes alteraciones, el líquido acabará por sufrirlas.
Además, el pH que se mantendrá toda la temporada será el que exista al cerrar la piscina, es decir, no cambiará salvo que se fuerce desde el exterior. Por tanto, merece la pena planificar con antelación cómo enfrentarse al frío al utilizar una cubierta sólida.
¿Cómo influye la elección de la cubierta de piscina en la conservación del agua? Esta cuestión ya tiene una respuesta. Es un factor que afecta a la química que existirá durante el invierno, la cual varía en función de si se ha elegido una sólida o una de malla.